pasa y siéntate, quiero mostrarte mi vida

Si de algo se arrepentía era de no haber dicho la verdad desde el principio, aunque ya era tarde para arrepentimientos. Sabía que las mentiras no duraban ni un cuarto del tiempo estimado. Sin embargo, no había podido evitarlo, con cada paso que daba más oscuro era el camino a recorrer. Estaba en ese limbo, en donde la incertidumbre comienza a corroer de a poco, en donde el corazón late cada vez que suena el teléfono, en donde ya no existe escapatoria. Ya no le quedaba más que esperar el juicio, cuando la olla se destape y la incertidumbre desaparezca, cuando él sea el mentiroso arrepentido.

Alomejor es más parecido a una montaña rusa que a una vida de una adolescente normal; pero no te asustes, estarás bien sujeto al sillín